¿Sabes qué es la resiliencia? Conoce cómo ser resiliente frente a los problemas
Diversas evidencias y pruebas psicológicas, nos muestran que varias personas parecen ser resilientes de forma natural y han demostrado que puedes aprender esta capacidad emocional para mantener tu salud y bienestar frente a una crisis.
Estas técnicas son ejemplos respecto a cómo centrarse en potenciar tu propia resiliencia y por consiguiente incrementar tu capacidad de sobreponerse a las situaciones difíciles.
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Piensa positivamente sobre tus cualidades y capacidades:
La autoestima juega un papel bastante fundamental en hacer frente al estrés y recuperarse de acontecimientos difíciles. Recuérdate comúnmente sobre cuáles son tus fortalezas y logros. Tener confianza en tus logros y aumentar tu autoestima es una forma de ser más resiliente.
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Ten objetivos de vida y trata de conseguirlos:
Enfrentarnos a una tragedia nos motiva a buscar y a hallar un sentido a nuestra realidad, lo cual puede tener un papel bastante fundamental en nuestra recuperación.
Esto puede ser involucrarse más en nuestra sociedad, cultivar nuestra espiritualidad o participar en ocupaciones que sean significativas para uno mismo.
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Mantén el contacto con las personas cercanas:
El tener personas capaces de ofrecer afecto y soporte cerca de uno, actúa como un componente de defensa en tiempos de crisis.
Es fundamental tener personas en las que uno logre confiar para hablar sobre una situación complicada. Alguien a quien estimemos y sea recíproco, no soluciona el problema, pero compartir dichos sentimientos, obtener ayuda, recibir feedback positivo para hallar resoluciones, es de mucha ayuda y nos ayuda a ser resilientes.
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Di sí al cambio:
Ser flexible es fundamental para la resiliencia. Aprendiendo cómo ser más adaptables, estaremos mejor equipados en el momento de contestar a una crisis esencial. A medida que varias personas tienen la posibilidad de romperse con cambios súbitos y fuertes, las personas enormemente resilientes tienen la posibilidad de ser capaces de ajustarse y continuar adelante.
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Cultiva de forma activa tu optimismo:
Ser optimista a lo largo de periodos complejos podría ser difícil, incluso algo falso, sin embargo conservar un criterio esperanzado es una sección saliente de ser más resiliente.
Pensar en positivo no involucra desconocer el problema y solamente focalizarnos en resoluciones positivas. Los obstáculos son transitorios y tenemos las capacidades para afrontar cada uno y aún cuando no contemos con ello podremos hacerles frente.
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No dejes de cuidarte:
Una vez que estamos estresados no nos cuidamos tanto y dejemos de lado nuestras necesidades, realizando menos ejercicio y no durmiendo lo primordial; estas son actitudes usuales a las crisis particulares.
Tu autocuidado es fundamental, en especial una vez que ha pasado algo negativo. Saca tiempo para hacer ocupaciones que te gusten porque puedes comenzar a dañar tu salud física y empeorar tu estado emocional.
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Mejora tus métodos para resolver problemas:
Quienes tienen la posibilidad de sacar diferentes resoluciones a un problema van a ser capaces de afrontarlo mejor que aquellos que no. Una vez que te enfrentes a un nuevo desafío, haz un listado de varias de las resoluciones potenciales al mismo.
Experimenta con diferentes tácticas para esos inconvenientes más frecuentes. Practicando tus capacidades de solución de problemas, estarás mejor preparado para hacer frente a esos desafíos futuros más difíciles y continuar creciendo. Las crisis también son una forma de mejorar.
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Proponte metas reales:
Las personas resilientes son capaces de ver estas situaciones de forma realista, y entonces se fijan fines razonables para hacer frente el problema.
Una vez que te encuentres a ti mismo agobiado por una situación definida, céntrate en hacer frente cada cosa a su instante, de lo más urgente a lo de mayor relevancia. Haz una lluvia de ideas de las probables alternativas, y diseña los pasos a continuar para lograr estas metas.
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Da pasos para resolver el problema:
Podría ser que no haya una solución simple, sin embargo continuamente hay alternativas para hacer dicha coyuntura mejor y más sobrellevado.
Podemos concentrarnos en los progresos que ya hayas realizado y planear los pasos siguientes, más que descorazonarse por la proporción de trabajo que todavía debes hacer.
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La resiliencia se construye todos los días:
La resiliencia puede llevar un periodo para ser construida, por lo cual no te desmotives si sigues teniendo situaciones que te ocasionen inconvenientes.
La resiliencia psicológica no encierra una serie específica de ocupaciones específicas, si no que puede cambiar la percepción de eventos poco afortunados y mejorar tu salud emocional.